lunes, 29 de noviembre de 2010

Reseña La estrategia del colibrí


Francesco Morace es un sociólogo y escritor italiano y ahora profesor de la Domus Academy de la SDA Bocconi Bussines School de Milán. Autor del libro “La estrategia del Colibrí: la globalización y su antídoto” donde se desglosa el nuevo escenario global donde las personas y empresas son capaces de interactuar de forma nueva y sorprendente. Busca convertir en crucial un momento histórico difícil de interpretar, una serie de estímulos para que personas y empresas vivan ese momento como una ocasión de crecimiento social para que puedan encontrar en el mundo futuro, en sus propuestas y su sensibilidad una chispa que active la consciencia del mundo y su lógica de funcionamiento.
Es necesario frentear la crisis a la que se enfrenta la sociedad actual y para ello es necesario difundir una serie de nuevas ocasiones de pensamiento de nuevos patrones de conducta. La conducta que ha generado la crisis económica financiera debe crear una sensibilidad y una experiencia que permitan acelerar una dinámica de conciencia renovada. Ya no es posible hablar de una globalización meramente económica sino también social, cultural y religiosa. Frente a esa nueva idea de globalización se hace necesario introducir la variable de la polinización o generar ideas y experiencias que no defienden un origen concreto, sino que expresan la fertilidad de culturas que son además cultivos y contienen la semilla de un nuevo orden social. Morace establece una analogía entre el vuelo de un colibrí con la estrategia que los seres humanos debemos tener en cuenta frente a la globalización. Se hace referencia a la globalización y a la estrategia del colibrí, de lugares como una condición existencial y posibles estrategias enfocándose en el futuro al cual deben ser sometidas las empresas y el marketing.
Los lugares generan una percepción en el individuo bajo la cual se siguen dos estrategias diferentes. La primera se refiere a la dinámica en la que se recorre un espacio tomando conciencia de él y la segunda es la estática en la que se permite construir un espacio según experiencias, pensamientos y vivencias. Las emociones que generan los lugares se les da el nombre de sense of place concepto en el que el lugar sugiere un sentido al individuo y no el individuo el que genera un sentimiento por el lugar.
Existe una diversidad que se genera con la variedad de culturas, de empresas y de sociedades que proponen diferentes modos de percibir el mundo, de acuerdo con esto es posible contemplar una globalización donde se construye una identidad cultural propia e individual por medio de una elección subjetiva de preferencias y deseos. Las redes generadas desde las experiencias son las que hacen que se vuele más alto. Al igual que el colibrí que se alimenta lo necesario para poder volar se considera que la vida no es propiedad individual sino  un proceso y la mente se revela como un trayecto discontinuo que resulta de los vínculos de las conexiones. Esta diversidad de conexiones se denomina globalización. 
En primera instancia se habla de la polinización creativa entre las culturas, estrategia que hace referencia a la importancia de las diversas modalidades en las culturas, los individuos y las empresas que se encuentran a la cabeza de la competencia. En el mercado global existen personas que se proponen desarrollar una idea, una inspiración tratando de colonizar la mayor cantidad de culturas posibles mientras por otro lado se encuentran quienes producen estímulos únicos confiando en su capacidad de atracción. Los seres humanos están definidos bajo la biodiversidad cultural considerada como una riqueza que pertenece a todos. Los parámetros sociales son costumbres que se transmiten de persona en persona acogiéndose de formas diferentes y dando paso al concepto de diversidad sin dejar de lado la individualidad. Existe un término que Morace define como impulsador de la globalización y a su vez sirve como antídoto: el genius loci.
Este concepto se puede definir de distintas maneras. Genius Loci es una expresión latina que indica el talento del lugar, su naturaleza única y distintiva. Además es la energía del lugar y de su geografía que se transmite de generación en generación. Se expresa por medio de valores, comportamientos y actitudes que producen en las raíces religiosas, filosóficas, lingüísticas y ambientales de un grupo de individuos que vivan en constante relación.  El genius loci es único pero también globalizado que funciona para afrontar los desafíos de la globalización. Son identidades únicas que juntas se convierten en identidades colectivas de una cultura.  El genius loci permite valorar el alcance de lo que se descubre y la diferencia entre culturas hablando de seres humanos, y hablando de empresas que permite diferencias entre productos, marcas y/o servicios. Es posible generar la consolidación de dinámicas entre culturas y conexiones de diferentes redes las cuales posibilita una alianza única y universal entre la sociedad civil y el mundo empresarial moderno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario